Debemos exfoliarnos la piel de manera continuada y no sólo en primavera. Pero la llegada de la primavera es un momento adecuado para esta necesidad, ya que, debemos preparar la piel para el nuevo clima, el sol, la humedad e incluso para vernos mejor en los casos de la temida astenia primaveral.

La exfoliación es una necesidad porque debemos renovar la piel, para que todo fluya, para que las células se activen, para oxigenar la piel, para nutrirla. Si las células se adhesionan y no se desprenden, la piel se vuelve opaca, mate, sin luz y se acelera el proceso de envejecimiento, incluso el prematuro.

Las células en una piel joven se renueva cada 28 días, sin embargo, ese tiempo se amplía por algunos hábitos como el fumar, el beber, el exceso de ejercicio físico, el estrés y la edad; por ello, es esencial ayudar a la piel a forzar esa renovación.

¿Cómo se debe exfoliar la piel?

Jamás se deben usar exfoliantes de Scrub, de arrastre, sin supervisión de un centro de belleza, ya que un proceso de arrastre con partículas grandes dañan la piel, provocando una deshidratación no deseada. Yo recomiendo tratamientos en cabina una vez al mes, a base de ácidos. Montibello cuenta con un protocolo de coctel de ácidos glicólico, málico, láctico que, llegando a capas profundas, realiza una intensa exfoliación.

Para casa recomiendo tratamientos de “curas intensivas” de 14 días a base de retinol A. También podemos exfoliar con peeling enzimáticos o a base de ceras, que lograrán el efecto deseado con una mínima agresión.